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NO soporto la ansiedad de las vendedoras de ropa. Te persiguen por todo el local preguntando si te pueden ayudar en algo y la verdad es que no, no creo que puedan ayudarme con todo lo que me pasa en la vida.


Cuando logran su cometido (que es que te pruebes algo), estás en el probador en pelotas y te abren la cortina para preguntarte si te quedó lindo. Cosa que no sucede casi nunca: en general, una está chingada, gorda, más corta de acá que de allá...




Vos te abrazas para taparte y pensás en gritarle: ¡Sí, hermoso, y como me quedó bien, me estoy abrazando para felicitarme!

5 comentarios:

  1. Al menos muchas veces cuando me empiezan a preguntar y me voy a probar algo, siento como que tengo que comprar algo, cualquier cosa, para que el vendedor no piense que lo hice perder el tiempo =(

    Pablo!

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  2. que genia sos carulias, lo mejor del show de la noticia, sin dudas.
    Soy tu fan, igual no te agrandes, jjeejejeje.
    Besosss

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  3. Nati cuándo estás en teatro? te quiero ir a ver... sos lo más!

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  4. Ay que prenderles fuego el probador.

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